domingo, 4 de julio de 2010

(i)lógicas de la vida amorosa

Una versión de este texto fue recién publicado, el domingo 4 de julio, en el Reforma, en el Ángel... Sugiero rematar la lectura escuchando "I put a spell on you", de ser posible la versión original de Screaming Jay Hawkins.


El 5 de febrero del 2007, la capitana Lisa Nowak, astronauta de la NASA, volvió a convertirse en un fenómeno mediático, pero esta vez no fue por viajar a bordo del Discovery. No, en esta ocasión sería protagonista de un escandaloso triángulo amoroso, al ser arrestada por intentar secuestrar a la nueva pareja de su desentendido amante, el también astronauta William Oefelein. En vez de tomarse unas largas vacaciones de soltera a la luna para lidiar con la pérdida, Nowak se dispuso a terminar con su rival con aerosol de pimienta, cuchillo militar y pastillas para dopar. Por si fuera poco, para no perder tiempo en el camino, se puso un pañal y manejó de Houston a Orlando sin escalas, para asaltar a la otra mujer en un estacionamiento. Curiosamente, creo que a nadie nos resulta tan bizarro que una persona con una de las educaciones más completas y rigurosas del mundo moderno, a la hora de afrontar una infidelidad reaccionara como pandillero de telenovela.

Los psicólogos pueden cantar misa sobre las distinciones categóricas entre el deseo, la dependencia, la obsesión y el amor; no hace falta ser cosmonauta para entenderlo, pero entre entender y entender hay todo un abismo imposible de atender. Por más complejas y sofisticadas que lleguen a ser nuestras estructuras conceptuales racionales, jamás podemos rendir cuentas de todo cuanto nos acontece. La experiencia en vivo del mal de amores y las explicaciones que tenemos para dicha vivencia sencillamente no empatan. Así como una persona y su nombre no son lo mismo. Por ello, un “te amo” no habla de lo mismo en un corazón que en otro. Esa comunicación en la que basamos nuestras relaciones se configura de idiomas disímiles, siempre asimétricos. Con ese juego de traducciones simultáneas y teléfonos descompuestos vamos sembrando las promesas de amor, en un campo minado por desentendidos, albures e interpretaciones. De entre todas estas confusiones acumuladas, donde se baten los afectos ennobleciendo el pecho algo emerge que se rehúsa a traducirse de modo alguno a la palabra: eso que llamamos amor.

Un nombre es también todo lo que necesita un brujo para lograr que “regrese arrastrado” aquel desvergonzado despreciador. Hojeando una revista de chismes, me pregunto qué destino hubiese tenido la apasionada astronauta de haber sido mexicana. Quizás si hubiese tenido acceso a las publicaciones más vendidas en nuestra patria, podría haberse dispuesto a llevar a cabo un “Amarre fuerte” para que su “ser amado regrese a sus pies”. De ser así, posiblemente aun tendría su empleo en la NASA. Pues a pesar de vivir rodeados de producciones culturales que compulsivamente emiten historias de amor, es probable que las metanarrativas de amor características de una cultura se ubiquen con mayor claridad en los puntos ciegos—en sitios obviados. Tal es el caso de los anuncios de brujería, donde por medio de la magia se busca simbolizar aquello que rebasa nuestra razón, en ese intercambio de pasiones de una economía libidinal. Ahí, amontonados en las últimas páginas de una revista dedicada a las ostentosas trivialidades de la farándula, se desatan una serie de garantías para el “Candado invisible” del “amor eterno”, que tras una segunda lectura asumo significa lo mismo que “el amor de tus sueños regrese dominado”.

No es de extrañarse lo tanto que se repite la palabra “humillación” en estos anuncios de “magia blanca”. ¿Será que el sentimiento amenaza con destruir la idea de quien somos y por ello nos queremos vengar? O ¿será tan sólo la reiteración del valor más prominente y arraigado de nuestra cultura, la humillación? Brutal ironía, querer humillar por amor. ¿Ya humillado el ser amado aun será digno amarse? Estás ganas insoportables de poseer y ser poseído, llevan consigo la diferida esperanza de la desintegración; es decir, de la muerte. “No hacemos trabajos malos ni que perjudiquen a nadie, sólo trabajamos con la Magia del amor”, lee otro anuncio, dedicando, como la mayoría, unas palabras de consuelo para la bondad del cliente. Dejan claro que el único costo para un “trabajo de amarre” es la tarifa de entre 200 y 3,000 pesos, dependiendo de la fuerza del conjuro. Esto me parece una canallada, y no es el hecho de que los magiaservidores cobren sus labores, sino que se pida menos que ofrecerle el alma al diablo. Digo, si no se está dispuesto a renunciar a esa insidiosa noción de territorio personal llamada alma, no se está preparado para el amor eterno. Porque el amor es también una forma de terrorismo ontológico, y sin sacrificar ese preciado artilugio narrativo del Yo, sería imposible trascender el tormentoso aislamiento de continuar elaborando artimañas para que el ser amado se suscriba a nuestros caprichos como un objeto.

Pero la peor pesadilla para el amante despechado sería que en efecto se cumpla su fantasía. Sería como si el Coyote por fin se comiese al Correcaminos; acabándose con el bocado final, aquello que otorgaba sentido a su existencia. Tendría que renunciar al goce que encuentra en la tensión dramática de su amor no correspondido, renunciando de paso a su identidad y propósito. Esta persona se vería obligada a inventar un amor, en vez de continuar repitiendo un síntoma. Lo traumático en este caso es que el amor no es algo esencial e inmutable que se encuentra en el utópico núcleo del ser; sino que el amor se inventa en el vacío. En esa brecha entre la vivencia y la palabra, entre tú y yo, construimos una lógica amorosa, un lenguaje de ternuras, un sentido casi compartido de nuestra realidad, una textura al espacio que nos une y separa.

En fin, en palabras de Jacques Lacan, “El amor es dar lo que no se tiene a quien no lo quiere”. Pero a mi gusto—siendo que no soy astronauta—creo lo dijo mejor un amigo (quien no se disputaba su prestigio intelectual con jerga semántica), al darme un consejo muy necesitado: “Si la quieres no busques entenderla. Si la tratas de entender te vuelves loco. Si la quieres, sólo quiérela”.


13 comentarios:

Andrea Alzati dijo...

"women are meant to be loved, not to be understood". Oscar Wilde

Candia Garibay dijo...

B r a v o .

M e e n c a n t a .

S a l u d .

Madame Psicosis dijo...

La trinidad aniquiladora del tu y el yo convertidos en Nosotros.
David Foster Wallace.

fausto dijo...

David Foster Wallace es la neta...

Gracias por la cita, mdme.

Deaire - La trayectoria del cielo dijo...

"Brutal ironía, querer humillar por amor"... Brutal, es cierto. Y ¿desde cuándo un amarre, de tipo alguno, podría sustituir la satisfacción de sentirse amado de verdad y porque sí? ¿Qué se busca, en esos casos, y qué se encuentra, realmente? ¿Una marioneta, un muñeco, podría darnos lo que realmente anhelamos? Autoengaños, manipuladores manipulados.

La astronauta, seguramente acostumbrada a alcanzar el mismísimo cielo, no soportó la humillación, encontrarse a sí misma abandonada sobre cualquier cuneta, y su mente voló de nuevo al universo, lejos, muy lejos, para volver a sentirse poderosa. Le pudo más el orgullo que el amor, si es que alguna vez comprendió el significado de esa palabra.

Cierto es que el desamor y el desengaño duelen, pero ¿podríamos comprender que el amor es el ente más libre del universo? A menudo se confunde el amor con otro tipo de pasiones. El Hombre _la humanidad_ ha llegado a la luna y es capaz de llegar un poco, o un mucho, más allá. Sin embargo, apenas ha paseado dentro de sí mismo, tan cerca...

Muy bueno tu artículo y muy bien desarrollada la mezcla de "noticias dispares", en torno a un mismo tema. Y me ha gustado especialmente este párrafo: “Por ello, un “te amo” no habla de lo mismo en un corazón que en otro. Esa comunicación en la que basamos nuestras relaciones se configura de idiomas disímiles, siempre asimétricos. Con ese juego de traducciones simultáneas y teléfonos descompuestos vamos sembrando las promesas de amor, en un campo minado por desentendidos, albures e interpretaciones. De entre todas estas confusiones acumuladas, donde se baten los afectos ennobleciendo el pecho algo emerge que se rehúsa a traducirse de modo alguno a la palabra: eso que llamamos amor”

Este paseo sí que ha merecido la pena. Gracias por el pasaje.

fausto dijo...

Deaire...

gracias por compartir tu contemplación... las preguntas reflexivas abre puertas sin marcos...

lo que propones sobre la imagen herida de la astronauta es un giro sobre el eje de la posibilidad de ese afecto desprovisto del Yo...

un abrazo,

f

SHE dijo...

http://twitter.com/Ashauri/status/18972490852

Unknown dijo...

It is the least disinterested mind in the world that is speaking: and by indifference should be understood nothing but the surrender of the will to live, of knowing how to live, to the obsessive position or negative demands of the many focal points of fear or of desire in which everyone has been able since childhood to accumulate the most equivocal secretions: for on person it is snakes of marble and gold; for another furry, bold, and glutenous spiders;for a third person, sponges or some other such completely unexpected object.

Unknown dijo...

"The intent was there to do serious bodily injury or death," Orlando Police Sgt. Barb Jones, referring to a new steel mallet, knife, rubber tubing and large garbage bags that police found in Nowak's possession"

Personally, I'm fascinated buy the rubber tubing. Scientists are so meticulous. God only knows what might go through the mind of a murderously jealous woman who had left orbit. Bring it on, I say. Send them at the age of 7.

fausto dijo...

I'd forgotten all about the rubber tubing. but such keen and meticulous planning is surely a form of fantasizing. might her primary relation not have been with the Other woman more so than her lover? was he merely an excuse for another type of intimacy she sought? what a rigorous method to establish some form of ground after flying the orbit and holding evidence of none.

Glad you visited.

Gabriela dijo...

El valor de un conjuro está en el deseo... Hola, Fausto ¿todo bien? Espero vernos pronto. un abrazo grande desde tlax.

simple_mente dijo...

No se que tipo de amarres hagan en Louisiana, pero si que practican el voodoo.

fausto dijo...

hola Simple_mente!
me da gusto leerte por estos parajes...
yo tampoco tengo noción de qué tipo de amarres hagan por allá en Louisiana. Lo qué sí es que he estado indagando las diferencias en los anuncios para servicios de brujería en revistas Mexicanas y revistas en español para Latinos en los EUA...
Como dato--a ver qué piensas?--en las publicaciones nacionales, hay una tendencia a asegurar al lector de que todo es en "buena fe", y es pura "magia blanca del amor". En cambio, en las publicaciones para latinos en los estaitz, tienen mayor auge aquellos anuncios con pentagramas de cabeza y alusiones a la magia negra...entre más siniestro, más efectivo...
quizás sea la diferencia entre la doble moral católica y un pragmatismo protestante de fondo... o quizás tenga que ver con la variedad de latinos que se encuentran en USA; muchos de ellos provenientes de tierras donde se practica ampliamente la santería o el candomble... no sé... en fin...

Saludos!!!