miércoles, 7 de noviembre de 2012
el borde
y según el recuento de estadísticas
y datos de laboratorios high-tech,
según los adoradores impunes de la más
elocuente contundencia informativa,
según prominentes científicos
primermundistas de gran actualidad:
no,
no hay talisman
para eludir el diluvio;
ese
que se avecina,
sin rencor
y sin piedad.
no, aclaran,
no hay mantra secreto,
ni mente de sabio yogi desencarnado,
que sirva de balsa
o de paraguas, acaso,
para mantenerse a salvo
del diluvio;
ese
que comenzó
desde antes de antes
de anteayer.
según
estudios calculados,
en base a una semi-infinitud de datos,
según las esferas celestes
y las mamacitas que recitan el clima en milenio tv,
según las más rigurosas observaciones
y confesiones
del maguito sonrics:
no,
no hay escapulario
que aguante la impredecible torpeza
de la muerte;
ni los que brillan en la oscuridad,
ni los de Malverde,
ni los de
la Santa Muerte.
no,
dicen,
no hay novena que te saque del panteón
(como aquellas tarjetas del Monopoly,
para salir
de la carcel,
gratis).
y lo confirma el cadaver del papa, los órganos
putrefactos de tu gurú, las cenizas de huitzilopochtli
y las de alguna miss universo, por si
las dudas. y lo declara
la calavera de Pedro Infante, el cabello de Lenin, el pastillero
de Marilyn Monroe, el hedor en las túnicas
de la madre Teresa, los huesos del Che, la asfixia de Houdini,
y una cucaracha que pisaste sin querer,
ayer.
olvidemos las letras pequeñas del contrato, corazón.
y píntate las uñas, mujer.
agárrate del borde
de la mesa.
el lápiz labial difuminando
los límites
de tu boca,
y esos gemidos
de animal: la pupila de una galaxia
derramada en esta habitación.
porque no somos todo.
porque da angustia desaparecer.
porque la cobardía es avasalladora, y el presente
solo llega cuando no estamos para estar
presentes. cuando nos venimos,
pues, en vez de irnos,
pues.
agárrate del borde, reina,
de la mesa, perra,
y para bien las nalgas,
que afuera
aún brilla el sol.
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4 comentarios:
Te aplaudo de pie, porque este poema me ha puesto tan nerviosa que me dieron ganas de hacer pipí. Clap, clap, clap.
Una belleza, gracias.
Te aplaudo de pie, porque este poema me ha puesto tan nerviosa que me han dado ganas de hacer pipí. ¡Clap, clap, clap! Una belleza.
Saludos.
yeah! saludos...
Wow, estas cabron
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